¡Qué lástima la desaparición prematura de tan singular personaje!
Su visión lúcida, provocadora e irreverente de la realidad cotidiana, sobre todo la política, y su inagotable verborrea (antológicos los maratones de TV3 e impagable su mezcla de castellano y catalán) nos servian más para comprender el mundo que leer el periódico o ver las noticias de la tele.
Pepe, por favor, donde quiera que estés, no le metas mucha caña a quien mande allí. Descansa en paz que te lo tienes bien merecido.
Su visión lúcida, provocadora e irreverente de la realidad cotidiana, sobre todo la política, y su inagotable verborrea (antológicos los maratones de TV3 e impagable su mezcla de castellano y catalán) nos servian más para comprender el mundo que leer el periódico o ver las noticias de la tele.
Pepe, por favor, donde quiera que estés, no le metas mucha caña a quien mande allí. Descansa en paz que te lo tienes bien merecido.
Pues mira, Pepe, yo te diría que no le hagas ni puto caso a Pedro, así, sin cruces, y que donde quiera que vayas, le cantes la caña a quien te encuentres, por que ahí donde creo que irás, tienes mucho trabajo...
ResponderEliminarUn abrazo irónico y mordaz.
P.S. Muchas gracias, Pedro, por este artículo.