viernes, 24 de octubre de 2008

Soporte físico y derechos de autor

Un pensamiento sobre los Derechos de autor, el descargar música de Internet, el Copyright y demás.
Más o menos a finales de los 70, siendo un crío aún, empecé a comprarme discos. Antes escuchaba lo que tenían mis padres o lo que había heredado de mis primos mayores. Los discos en esos años eran todos de vinilo, obviamente. Escuchabas el disco en el tocata de casa, el que el altavoz estaba en la misma tapadera del plato. Entonces, si querías llevarte el disco para escucharlo en el auto de papá durante un viaje largo, tenías que comprarte el cassette, porque las platinas estéreo decentes aún eran caras y elitistas.
En 1981, aproximadamente, se empezó a comercializar el CD. Yo empecé a comprar CD’s hacia 1986. Como siempre me ha gustado ir a la vanguardia de la tecnología, muchos de los discos que ya tenía en vinilo me los compré en CD. Los escuchaba y comparaba con el vinilo, en audiciones A/B (sincronizando las dos fuentes y conmutando entre ellas rápidamente para intentar escuchar las diferencias) y ya me mosqueé un poco. Sí, sonaba más limpio. Sí, no hacía el típico refrito. Sí, no se rallaba (siempre que lo trataras bien). Pero el sonido NO ERA MEJOR, y le faltaba algo: calidez, alma, presencia física, es difícil de describir.
Hacia el 82 nos compramos el primer Video, un betamax Sony. Aquello era la bomba. Tenias montones de películas en los videoclubs y podías grabar de la tele!!.
Hacia el año 97 apareció el DVD. Ahora te comprabas otra vez lo que ya tenías en Video, disco, CD, ó cassette. Pero bueno, esta vez tenías imagen en muy alta calidad, sonido multicanal envolvente, multidiomas en caso de las películas, etc. Era un punto poder comprar DVD’s de conciertos y por fin VER lo que habías estado sólo escuchando durante tanto tiempo.
Alrededor del 2000, la industria se saca de la manga el Súper Audio CD (SACD) y el DVD Audio. Estos formatos, ahora prácticamente difuntos (especialmente el segundo), proporcionan sonido multicanal (ó sólo estéreo) de muy alta calidad. A la hora de la verdad, en muchos casos no se nota la diferencia entre el CD y el SACD, pero en otros casos muy concretos la experiencia musical mejora dramáticamente. Escuchar discos como el “The Dark Side of the moon” de Pink Floyd, que originalmente fue concebido en multicanal envolvente, es toda una revelación. Gente como Peter Gabriel, Mike Oldfield o Neil Young, han abrazado alguno de estos formatos de música multicanal alegando que con sólo dos canales no tenían “espacio” para meter todos los instrumentos y efectos que tenían en mente. En cambio, escuchar otros discos que se han remezclado en multicanal cuando originalmente eran sólo estéreo, es cuanto menos, un poco “raro”. Una vez más, yo, y muchos otros incautos, hemos comprado en SACD o DVD Audio discos que ya teníamos en cualquiera de los otros formatos “antiguos”, esperando obtener las ventajas prometidas por las nuevas tecnologías.
Desde hace un par de años, hemos asistido atónitos a la lucha entre dos formatos de Video de alta definición: Blu Ray y HD DVD. Ha ganado el Blu Ray y han perdido los consumidores que se inclinaron por el HD DVD. Las películas que yo he visto en las estanterías de las tiendas en uno y otro formato, evidentemente, son las mismas de siempre y muchas de las cuales ya las tenemos en VHS y/o DVD.
Y aquí llega (por fin) mi reflexión: cada vez que he ido a la tienda de discos a comprarme de nuevo el mismo disco en otro formato, NADIE ME PREGUNTÓ SI YA TENÍA EL DISCO. No me descontaron la parte de los derechos de autor que ya había pagado antes. No me ofrecieron cambiarme el disco viejo por el nuevo pagando sólo el coste del soporte físico. Razonamiento matemático lógico: lo que estamos pagando cada vez es sólo el SOPORTE FISICO. Los derechos de autor, aparentemente, están por ahí flotando, pero no van ligados al soporte físico.
Está clarísimo que cuando nos bajamos (ilegalmente, dicen) música o películas de Internet no nos estamos bajando nada físico: son simples bytes que se graban en nuestro disco duro. Si no robamos ningún soporte físico, ¿por qué estamos haciendo algo ilegal?. ¿No es también ilegal cobrarme una y otra vez por la misma cosa?
Claro que, por una parte, según este razonamiento, tiene sentido que si quiero grabar en un CD la música bajada ilegalmente, me hagan pagar un dinero en concepto de derechos de autor en el precio de los CD’s vírgenes, pero por otra, si bajo música pagando de iTunes o Amazon y la quiero grabar en un CD, ¿por qué tengo que pagar dos veces los derechos de autor?. ¿No tendrían que vender dos tipos de CD’s vírgenes, los “con derechos de autor” y los “sin derechos de autor”?... Pero bueno, creo que ya se me está yendo la olla. Buenas noches…



El CD como objeto de diseño industrial moderno.
(Museum Of Modern Art. NYC.)

2 comentarios:

  1. Realmente muy bueno. Nunca me había parado a pensarlo desde este punto de visto y tiene una lógica casi aplastante.
    Mientras las grandes empresas se dedican a cambiar y reinventar formatos nuevos, nosotros, los usuarios nos limitamos a pagar varias veces por lo mismo.
    Esto por no hablar de por qué son tan caros los originales. Es gracioso que se quejen de que la gente se descarga por internet y no pagan por el original, cojones, ..., que quiten intermediarios y verán como el que hace la música cobrará más cobrando lo mismo ya que, al estar más barato, la gente comprará más ejemplares con lo que el músico cobrará más, aunque esto es otra historia...
    Muy bueno, de verdad

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  2. Gracias, Carlos.
    Esto es algo que me ha estado dando vueltas por la cabeza desde hace años, pero hasta ahora no he sabido formularlo claramente.
    La voracidad de la industria es insoportable. La gente sólo piensa en enriquecerse sin tener en cuenta al usuario que está al otro lado, pero al final sólo han conseguido matar a la gallina de los huevos de oro. Esperemos que no esté todo perdido, por el bien de la cultura y de todos.

    un saludo.

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